Las actividades extraescolares no son solo un entretenimiento: forman parte de la educación integral de los hijos. Por eso, cuando los padres están separados o divorciados, surge una pregunta muy común: ¿Quién elige y quién paga estas actividades?
En este artículo te explico cómo se regulan legalmente y qué hacer si no hay acuerdo entre los progenitores.
¿Quién elige las actividades extraescolares?
Cuando la patria potestad es compartida —como sucede en la mayoría de los casos— las decisiones relevantes sobre la educación de los hijos deben tomarse de común acuerdo.
Esto significa que:
- Ningún progenitor puede inscribir por su cuenta a los hijos en una actividad extraescolar y después reclamar automáticamente la mitad del coste.
- Lo correcto es que ambos progenitores decidan junto con los hijos qué actividades realizarán y en qué centro.
¿Quién paga las actividades extraescolares tras un divorcio?
El aspecto económico suele ser uno de los puntos más conflictivos.
En principio, las actividades extraescolares se consideran gastos extraordinarios, salvo que ya estén expresamente contempladas en la pensión de alimentos.
Por tanto:
- Se abonan por ambos progenitores en la proporción establecida en la sentencia o convenio. Por ejemplo, uno de los progenitores abona el 60% del gasto y el otro el 40%, atendiendo a su capacidad económica.
- Solo se podrán exigir si cumplen ciertos requisitos.
Criterios para reclamar el pago de las actividades extraescolares
Para que un progenitor pueda reclamar al otro su parte del gasto, deben cumplirse alguno de estos supuestos:
1. Acuerdo de ambos progenitores
Si la actividad no es necesaria, solo obligará cuando los dos hayan dado su consentimiento.
2. Inclusión en el convenio o sentencia
Si ya se había pactado o reflejado en resolución judicial, se mantiene la obligación. Por ejemplo, al redactar el convenio regulador se incluye específicamente que las clases de inglés a las que ya acude tu hijo son un gasto extraordinario y se pagarán al 50% por cada uno.
3. Necesidad médica o educativa
Cuando existe una prescripción médica o académica, se consideran necesarias para el desarrollo del menor (ejemplo: clases de refuerzo recomendadas por el centro escolar).
En caso contrario, quien decida unilateralmente la inscripción en la actividad extraescolar deberá asumir el coste.
¿Qué pasa si no hay acuerdo entre los progenitores?
Tanto si eres tú quien propone una determinada actividad, como si eres quien recibe la propuesta, lo recomendable es que toda comunicación se haga por escrito. De esta forma queda constancia de la propuesta y de la aceptación u oposición a la misma.
Si el desacuerdo afecta a un aspecto importante de la educación de los hijos, puede plantearse un incidente de patria potestad ante el juez, que decidirá cuál de los progenitores tiene la facultad de decidir en ese caso.
Si ya has estado pagando, ¿puedes dejar de hacerlo?
Debes tener cuidado con los llamados actos propios: si durante un tiempo abonas la actividad sin mostrar oposición, se entiende que la has consentido y estarás obligado a seguir pagando.
¿Qué hacer si el otro progenitor no paga las actividades extraescolares?
Si se cumplen los requisitos para que el gasto sea compartido, puedes reclamarlo de la siguiente forma:
- Requerimiento previo. Notificar por escrito al otro progenitor, adjuntando la factura o justificante del gasto.
- Ejecución de Sentencia. Si no cumple, podrás solicitar judicialmente que se ejecute lo acordado en tu convenio o Sentencia.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puede un progenitor decidir solo las actividades extraescolares?
No, salvo que se trate de una actividad necesaria para la salud o educación de los hijos.
¿Las actividades extraescolares son siempre gastos extraordinarios?
Sí, salvo que estén expresamente incluidas en la pensión de alimentos. Recuerda que podéis pactar que un gasto que en principio es extraordinario se considere ordinario y al revés.
¿Qué ocurre si no estoy de acuerdo y mi ex me reclama el pago?
Si no hay acuerdo ni necesidad objetiva, no tienes obligación de pagar.
¿Cómo puedo reclamar judicialmente las actividades extraescolares?
Primero mediante un requerimiento al otro progenitor y, en caso de impago, a través de la ejecución de sentencia.
Conclusión: la importancia del acuerdo
Las actividades extraescolares pueden ser foco de conflicto tras un divorcio. Por eso, mi consejo para evitar problemas, es que se pacten de antemano y se deje constancia por escrito.
Si no hay acuerdo, el coste recaerá en quien las haya decidido unilateralmente. Y recuerda: no se puede imponer al otro progenitor el pago de una actividad con la que no está de acuerdo, salvo que sea necesaria para la salud o educación de los hijos.
Si las decisiones sobre las actividades de tus hijos están generando conflictos, no lo dejes pasar. Escríbeme y te ayudo a buscar la mejor solución para ellos y para ti.



