Septiembre trae la vuelta al cole… y con ella, muchas dudas para las familias divorciadas o separadas. Libros, uniformes, material escolar, comedor, excursiones… ¿Quién paga qué? La respuesta no siempre es tan clara y, si no se organiza bien, puede generar conflictos que se repiten cada año.
En este artículo te explico, de forma sencilla, cómo se clasifican los gastos escolares, cómo se reparten y qué hacer si no hay acuerdo.
Qué son los gastos escolares ordinarios
Los gastos escolares ordinarios son aquellos previsibles, periódicos y necesarios para el día a día del menor. Lo habitual es que estos gastos se incluyan en la pensión de alimentos que paga uno de los progenitores o sean asumidos al 50% por cada uno de los progenitores en caso de custodia compartida si no hay fijada pensión de alimentos.
Ejemplos de gastos ordinarios:
- Matrícula escolar.
- Libros de texto.
- Material escolar básico.
- Uniforme y ropa deportiva obligatoria.
- Comedor escolar…
Cómo se reparten:
- Si existe pensión de alimentos, el progenitor que la recibe debe destinar parte de ella a estos gastos.
- En custodia compartida, lo habitual es que se abonen al 50% salvo que el convenio diga otra cosa.
Por eso es importante tener en cuenta estos gastos a la hora de fijar la pensión de alimentos, ya sea al elaborar un convenio regulador o en un procedimiento judicial. La pensión de alimentos incluye, además de los gastos de ropa, comida, vivienda, suministros… también los gastos escolares. Y estos pueden ser muy elevados.
Mi consejo es que hagas una relación de estos gastos para fijar una pensión de alimentos que sea lo mas realista teniendo en cuenta las necesidades de tus hijos.
Qué son los gastos escolares extraordinarios
Son aquellos imprevisibles o no periódicos que no se pueden prever con exactitud al inicio del curso. Requieren, por norma general, acuerdo previo entre ambos progenitores para ser abonados.
Ejemplos de gastos extraordinarios:
- Excursiones o viajes de estudios fuera de lo habitual.
- Cursos de idiomas o talleres especiales dentro del colegio.
- Compra de dispositivos electrónicos específicos (por ejemplo, una tablet exigida a mitad de curso).
Pero también es posible que se atribuya el carácter de gasto ordinario a uno que en principio sea extraordinario y viceversa. En virtud de pacto se pueden hacer las clasificaciones de los gastos de forma que sea más beneficiosa para el menor. Vamos a ver unos ejemplos:
- El material escolar, los libros de texto o la matricula, en principio, son gastos escolares ordinarios y como tal, incluidos en la pensión de alimentos. Sin embargo, es posible que en el convenio regulador se pacte que dichos gastos queden excluidos de la pensión y se paguen por ambos progenitores en el porcentaje que se determine. Atribuyéndose la consideración de gastos extraordinarios.
- Y al revés, las clases de inglés, en principio son gastos extraordinarios. Sin embargo, si en el momento de fijar la pensión de alimentos se trataba de una actividad que ya se venía realizando y así se acuerda, puede tenerse en cuenta a la hora de fijar la pensión y por lo tanto considerarse incluida en la misma.
Conclusión
Cada familia tiene circunstancias distintas. Por eso, revisar el convenio regulador y contar con asesoramiento legal antes de hacer un gasto importante puede ahorrarte tiempo, dinero y disgustos.
Si tienes dudas sobre cómo reclamar o acordar gastos escolares tras un divorcio, puedo ayudarte a encontrar la mejor solución para tu caso.



